18/06/2012


La extensión de mis manos, 
son las letras que mi corazón pronuncia.


Mi piel se estremece al tacto de tu voz.
Y mi cuerpo se entrega al calor de tu piel;
Frágil, mi alma se rinde al amor que tu ser le entrega.
Muero en un suspiro y nazco en tu aliento.
Latidos de tu corazón
que me recuerdan una vez más
que soy tuya, y tú, eres mío.

Mi destino perfecto
persigue, alcanza y conquista
la imperfección de tu amor,
para lograr así
tocar tu alma con los dedos de mi corazón.
Posees la llave
que abre y cierra 
las puertas
de mi ser y mi mente.

Te amo, con toda la energía de mi alma.
Te deseo, con cada fibra de mi cuerpo.
Te quiero con toda la intensidad de mi ser.


 El amor…
Duele, asfixia y consume.
Nos deja indefensos,
nos priva de la razón.
Abandona, deja de ser, se olvida
y se pierde en el frío de la noche.
El amor solo es amor,
cuando descubrimos nuestra sonrisa
en la mirada del otro.


 Hoy sentí romperse mi corazón.
No sé si fue eso,
o el frío que arreció cuando venía a casa.
Pero cuando la fiebre inundó mi cuerpo
 me dejé caer sobre la cama 
hasta que por fin me dormí.
Al despertar,
todo era "nada" nuevamente.





Abrí mis ojos y allí estabas.

Abrí mi corazón y tu amor desapareció.





El amor se confunde con el deseo.
El deseo mata las ilusiones.
Las ilusiones se transforman en sueños
Y los sueños
escapan de nosotros
como arena entre los dedos.



Escucha a mi corazón, nuevamente late solo.
Y una canción a lo lejos ha dejado de sonar.
Se entristeció y permaneció ausente.
¿Y ahora qué?
Ya no está el silencio de tus palabras
Ni el sonido de tus caricias.
Mañana amanecerá, pero no quiero.
No puedo sentir, no me interesa ver la luz del sol.
Recapácitame, 
sujeta mi mano una vez más.
Se ha roto el cristal donde te guardaba.
Y en lo apático de mi ausencia me desconozco.
¿Quién soy?
No lo sabes tú, ni lo sé yo.
Era lo que se veía en tu mirada
retóricas sin sentido.
lo que nacía en tus manos y se perdía en tu piel
Ahora, que para mí es de noche… ¿en dónde estás?
Permanece en mí, que necesito estar en ti.
Melodía que duermes despiértame cuando llegue.
Quédate viento en su boca,
y perciba su piel el agua con aroma.




Nuevamente eres sombra,
Eres silencio,
Una ráfaga de viento,
Un cristal sin reflejo
otra vez,
Eres los pasos que no dejan huellas.
La distancia sin tiempo,
Lo infinito sin principio
Nuevamente te has convertido en un rayo de luna.




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